La pregunta formulada no es baladí si se tienen en cuenta los tensos momentos que se vivían y los actores involucrados en la historia (no hacia ni siete años que casi se desata la Tercera Guerra Mundial). Y gana en importancia si echamos una mirada retrospectiva a la exploración espacial:
No deja de ser sospechoso que una nación consiguiese, ella sola, llegar a la luna y que desde 1972 no hayamos vuelto a ella, a pesar de la conjunta investigación y participación de las naciones en el programa espacial. Incluso la tecnología actual, a años luz de las posibilidades de 1969, no nos impide perder sondas espaciales, retrasar lanzamientos e incluso perder vidas humanas. Y aun así todavía habremos de esperar una década más para vernos de nuevo en la superficie de nuestra vieja amiga. ¿Cómo se explica entonces proeza semejante, montando a tres tíos en un misil y navegando con la precisión de una calculadora de bolsillo?
Más crece la sospecha si nos atenemos a la historia de los trapicheos de una nación, que no ha dudado en manipular acontecimientos históricos para fines políticos. Aunque aun no demostrados oficialmente tales son, entre otros, los supuestos casos de:
La voladura intencionada del Maine en 1898;
La dejadez de Armada americana en Pearl Harbour en 1941;
Los dos destructores torpedeados en las costas de Vietnam del Norte en 1964;
O, lo más conocido recientemente, los ataques del 11 de septiembre de 2001 (una, más que demostrada científicamente, mentira y sobre la que escribiré otro reportaje).
¿Por qué no iba a ser el primer hombre en la Luna otra mentira más con fines políticos?
¿Especulación gratuita? Quizá. Pero suficientes interrogantes como para tener el derecho a poner en tela de juicio aquella hazaña. Es por ello que mucha gente ha querido mirar con lupa (literalmente) las fotos y películas tomadas en las misiones lunares. Miraremos algunas de ellas, las más conocidas pues, a mi pesar, esto es un blog y los comentarios extensos me pueden pasar factura en forma de menos visitas.
No deja de ser sospechoso que una nación consiguiese, ella sola, llegar a la luna y que desde 1972 no hayamos vuelto a ella, a pesar de la conjunta investigación y participación de las naciones en el programa espacial. Incluso la tecnología actual, a años luz de las posibilidades de 1969, no nos impide perder sondas espaciales, retrasar lanzamientos e incluso perder vidas humanas. Y aun así todavía habremos de esperar una década más para vernos de nuevo en la superficie de nuestra vieja amiga. ¿Cómo se explica entonces proeza semejante, montando a tres tíos en un misil y navegando con la precisión de una calculadora de bolsillo?
Más crece la sospecha si nos atenemos a la historia de los trapicheos de una nación, que no ha dudado en manipular acontecimientos históricos para fines políticos. Aunque aun no demostrados oficialmente tales son, entre otros, los supuestos casos de:
La voladura intencionada del Maine en 1898;
La dejadez de Armada americana en Pearl Harbour en 1941;
Los dos destructores torpedeados en las costas de Vietnam del Norte en 1964;
O, lo más conocido recientemente, los ataques del 11 de septiembre de 2001 (una, más que demostrada científicamente, mentira y sobre la que escribiré otro reportaje).
¿Por qué no iba a ser el primer hombre en la Luna otra mentira más con fines políticos?
¿Especulación gratuita? Quizá. Pero suficientes interrogantes como para tener el derecho a poner en tela de juicio aquella hazaña. Es por ello que mucha gente ha querido mirar con lupa (literalmente) las fotos y películas tomadas en las misiones lunares. Miraremos algunas de ellas, las más conocidas pues, a mi pesar, esto es un blog y los comentarios extensos me pueden pasar factura en forma de menos visitas.
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